El proceso MBBR (reactor de biopelícula de lecho móvil) es una tecnología de tratamiento biológico eficiente con las ventajas de una operación flexible, resistencia a cargas de choque y bajos lodos residuales. Ha sido ampliamente utilizado en el campo del tratamiento de aguas residuales. Sin embargo, la eficiencia de colocación de la película en la etapa inicial del proceso MBBR es lenta, lo que afecta el inicio rápido y el funcionamiento estable del sistema. Para acortar el tiempo de colgado de la película y mejorar su eficiencia, se pueden tomar las siguientes medidas:
El relleno es el componente central del proceso MBBR. Su material, forma, superficie específica y otros factores tienen un impacto significativo en la eficiencia de colocación de la película. En términos generales, elegir rellenos con materiales ligeros, alta resistencia, gran superficie específica y alta proporción de huecos es más propicio para la adhesión y el crecimiento de microorganismos. Los rellenos MBBR de uso común incluyen rellenos hechos de polietileno, polipropileno, cerámica y otros materiales.
Los lodos inoculados pueden proporcionar la flora microbiana inicial para el sistema MBBR y acelerar la formación de biopelículas. La fuente de lodo de inoculación puede ser lodo activado, efluente secundario, aguas residuales municipales, etc. La dosis de lodo inoculado es generalmente del 5% al 10% del volumen de lodo en el sistema de tratamiento de aguas residuales.
Los nutrientes son necesarios para el crecimiento y reproducción de los microorganismos. En la etapa inicial del proceso MBBR, es necesario garantizar que los nutrientes (como DQO, N y P) en las aguas residuales sean suficientes para satisfacer las necesidades de crecimiento de los microorganismos. En términos generales, la relación DQO/N/P es 100:5:1.
La aireación puede proporcionar oxígeno disuelto a los microorganismos y promover su metabolismo respiratorio. En la etapa inicial del proceso MBBR, la intensidad de la aireación debe ser apropiadamente alta para facilitar el rápido crecimiento de microorganismos aeróbicos. En términos generales, la concentración de oxígeno disuelto se controla en 2~3 mg/L.
Antes de que la biopelícula del sistema MBBR madure, la cantidad de entrada de agua debe aumentarse gradualmente para evitar que las cargas de impacto afecten el efecto de suspensión de la película. En general, la ingesta de agua no debe aumentarse más del 10% cada día.
Supervise de cerca los parámetros operativos del sistema MBBR, como OD, pH, DQO, etc., y ajuste las condiciones operativas de manera oportuna para garantizar un funcionamiento estable del sistema.
En la etapa inicial del proceso MBBR, se pueden agregar floculantes adecuadamente para promover la floculación y agregación microbiana, lo cual es beneficioso para la formación de biopelículas.
Se necesita una cierta cantidad de tiempo para colgar la película en la etapa inicial del proceso MBBR, generalmente de 7 a 15 días. Por lo tanto, el tiempo de funcionamiento del sistema debe extenderse tanto como sea posible para asegurar la formación adecuada de biopelícula.
Filler es un componente clave del proceso MBBR y su rendimiento afecta directamente el efecto de procesamiento y la eficiencia operativa del sistema. Por lo tanto, al seleccionar el relleno biológico MBBR, se deben considerar los siguientes factores:
Material: El material del relleno biológico MBBR debe tener buena resistencia a la corrosión, resistencia al envejecimiento, alta resistencia mecánica, baja densidad y otras características. Los materiales de biorelleno MBBR comúnmente utilizados incluyen polietileno (PE), HDPE , polipropileno (PP), cerámica, fibra de vidrio, etc.
Forma: La forma del relleno biológico MBBR debe favorecer la adhesión y el crecimiento de microorganismos y aprovechar al máximo el espacio del reactor. Las formas de biorrelleno MBBR más utilizadas incluyen cilíndrica, esférica, rombo, panal, etc.
Área de superficie específica: cuanto mayor sea la superficie específica del relleno biológico MBBR, más área de unión microbiana puede proporcionar, lo que es beneficioso para mejorar la eficiencia de procesamiento del sistema. En términos generales, la superficie específica del relleno biológico MBBR no debe ser inferior a 100 m2/m3.
Porosidad: La porosidad del relleno biológico MBBR debe ser moderada, lo que no solo garantiza la resistencia mecánica del relleno, sino que también proporciona suficiente espacio para el crecimiento de microorganismos. En términos generales, la proporción de huecos del relleno biológico MBBR debe estar entre el 50% y el 70%.
El cultivo de biopelículas es un paso crucial en los procesos MBBR, cuyo objetivo es establecer una biopelícula uniforme, densa y altamente activa sobre el material de relleno. Se emplean dos métodos principales para el cultivo de biopelículas: cultivo estático y cultivo dinámico.
El cultivo estático implica detener el flujo afluente y utilizar técnicas de aireación para fomentar la adhesión de microorganismos del lodo inoculado al material de relleno, promoviendo la formación de biopelículas. Este método ofrece varias ventajas:
Simplicidad: el cultivo estático es un enfoque sencillo que requiere ajustes operativos mínimos.
Formación inicial efectiva de biopelículas: el ambiente estático favorece la unión microbiana y el desarrollo de biopelículas.
Adecuado para sistemas de pequeña escala: el cultivo estático es muy adecuado para sistemas MBBR más pequeños debido a su facilidad de implementación.
Sin embargo, el cultivo estático también tiene limitaciones:
Período de cultivo extendido: la falta de flujo afluente prolonga el proceso de cultivo de biopelículas.
Potencial de limitaciones de nutrientes: las condiciones estáticas pueden restringir la difusión de nutrientes, lo que potencialmente dificulta el crecimiento microbiano.
Diversidad limitada de biopelículas: el entorno estático puede favorecer comunidades microbianas específicas, lo que potencialmente limita la diversidad de biopelículas.
El cultivo dinámico implica un flujo continuo de afluentes mientras se mantiene la aireación para promover el crecimiento de biopelículas. Este método ofrece varios beneficios:
Período de cultivo más corto: el flujo continuo acelera el desarrollo de biopelículas, lo que reduce el tiempo de cultivo.
Suministro de nutrientes mejorado: el afluente continuo proporciona un suministro constante de nutrientes, lo que favorece el crecimiento microbiano.
Promueve la diversidad de biopelículas: el entorno dinámico fomenta el establecimiento de diversas comunidades microbianas.
Sin embargo, el cultivo dinámico también presenta desafíos:
Mayor complejidad operativa: el flujo continuo de afluentes requiere un monitoreo y ajustes cuidadosos para mantener condiciones óptimas.
Potencial de desprendimiento de biopelículas: Las fuerzas de corte del fluido introducidas por el flujo afluente pueden provocar el desprendimiento de biopelículas, lo que afecta la eficiencia del tratamiento.
No apto para todos los sistemas: el cultivo dinámico puede no ser ideal para sistemas más pequeños debido a la mayor complejidad operativa.
La aclimatación del biofilm es el proceso de adaptación de la comunidad microbiana del biofilm a las características específicas de las aguas residuales que se tratan. Esto implica exponer la biopelícula a concentraciones de afluentes que aumentan gradualmente y garantizar condiciones ambientales óptimas para las poblaciones microbianas objetivo. La aclimatación eficaz de la biopelícula es crucial para lograr un tratamiento de aguas residuales eficiente y estable.
Estrategias para la aclimatación de biopelículas:
Aumento gradual de la carga del afluente: Introducir el agua residual gradualmente, permitiendo que la biopelícula se adapte al aumento de la carga contaminante.
Equilibrio de nutrientes: garantizar la disponibilidad adecuada de nutrientes para las comunidades microbianas objetivo involucradas en el proceso de tratamiento.
Condiciones ambientales óptimas: Mantenga el pH, la temperatura y los niveles de oxígeno disuelto adecuados para sustentar las poblaciones microbianas deseadas.
Monitoreo y ajustes: Monitoree continuamente el desempeño de la biopelícula y realice ajustes al flujo del afluente, la dosificación de nutrientes y las condiciones ambientales según sea necesario.
Los portadores de biopelículas desempeñan un papel fundamental en los procesos MBBR, influyendo directamente en el rendimiento del tratamiento y la eficiencia operativa. Al seleccionar portadores de biopelículas MBBR, considere los siguientes factores:
Material:
Durabilidad: elija soportes fabricados con materiales resistentes a la corrosión y de alta resistencia, como polietileno (PE), polipropileno (PP) o cerámica.
Densidad: opte por transportadores livianos para minimizar la carga del sistema y mejorar la eficiencia de la aireación.
Forma:
Área de superficie: seleccione portadores con una gran superficie para maximizar la adhesión microbiana y el crecimiento de biopelículas.
Espacio vacío: elija portadores con espacio vacío apropiado para equilibrar la resistencia mecánica y el espacio de crecimiento microbiano.
Consideraciones de rendimiento:
Estabilidad de la biopelícula: asegúrese de que los soportes proporcionen una superficie estable para la fijación de la biopelícula y eviten su desprendimiento en condiciones operativas.
Características hidráulicas: considere el impacto del transportador en el flujo hidráulico y asegúrese de que no impida la eficiencia del tratamiento.
Rentabilidad: evalúe la relación costo-rendimiento de diferentes opciones de portadores en función de los requisitos de tratamiento y las limitaciones presupuestarias.
La disponibilidad de nutrientes juega un papel fundamental en la formación de biopelículas y el crecimiento microbiano en los procesos MBBR. Garantizar un suministro equilibrado de nutrientes esenciales (DQO, N, P) es crucial para promover el desarrollo rápido y eficaz de biopelículas. A continuación se presentan estrategias clave para optimizar las condiciones de nutrientes en los sistemas MBBR:
Mantenga una relación DQO/N/P óptima: apunte a una relación DQO/N/P de 100:5:1 para proporcionar suficiente carbono, nitrógeno y fósforo para el crecimiento microbiano.
Monitorear las concentraciones de nutrientes: Mida periódicamente los niveles de nutrientes afluentes y efluentes para evaluar la disponibilidad de nutrientes y los posibles desequilibrios.
Considere la suplementación de nutrientes: complemente las aguas residuales con nutrientes adicionales si las concentraciones del afluente son inadecuadas.
Emplear técnicas de ciclo de nutrientes: utilice técnicas como el reciclaje interno de carbono o la recuperación secundaria de nutrientes para optimizar la utilización de nutrientes.
Adaptar la gestión de nutrientes a las características de las aguas residuales: adaptar las estrategias de gestión de nutrientes a las aguas residuales específicas que se están tratando.
Monitoree la actividad de la biopelícula y ajuste la dosis de nutrientes: evalúe la utilización de nutrientes monitoreando los indicadores de actividad de la biopelícula y ajuste la dosis de nutrientes en consecuencia.
Considere los procesos de eliminación de nutrientes: incorpore procesos de eliminación de nutrientes como la desnitrificación biológica o la precipitación química de fósforo si los niveles de nutrientes se vuelven excesivos.
Utilice herramientas de modelado de nutrientes: emplee herramientas de modelado de nutrientes para obtener información sobre la dinámica de los nutrientes y optimizar las estrategias de gestión de nutrientes.
Al implementar estas estrategias, las plantas de tratamiento de aguas residuales pueden gestionar eficazmente las condiciones de los nutrientes, promover la formación de biopelículas, mejorar el crecimiento microbiano y optimizar el rendimiento de sus sistemas MBBR, asegurando un tratamiento de aguas residuales sostenible y eficiente.